Los funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) han manifestado su preocupación por la creciente inseguridad que afecta a los dragoneantes encargados de la custodia en las prisiones del país. Este riesgo ha sido especialmente evidente tras la fuga de alias ‘Pichi’, conocido narcotraficante que se encontraba bajo el régimen de casa por cárcel en Medellín y que recientemente escapó, lo que expuso las debilidades estructurales de la institución.
Uno de los problemas más graves que enfrentan los funcionarios del Inpec es el déficit de personal, situación que, según ellos, dificulta el cumplimiento pleno de sus funciones. Esta carencia de recursos humanos ha hecho que las amenazas hacia los guardianes sean constantes, generando temor por la integridad física de estos trabajadores. Los dragoneantes aseguran que las irregularidades en los contratos de seguridad también han sido causa de múltiples riesgos, y critican que las fallas de los contratistas externos han recaído injustamente sobre la institución y sus empleados.
El caso de la Cárcel El Pedregal, que actualmente cuenta con un déficit de más de 400 dragoneantes, es un claro ejemplo de la necesidad de acciones urgentes para mejorar la seguridad y condiciones laborales del personal penitenciario, quienes piden apoyo para evitar que la situación continúe deteriorándose.
