Colombia se encuentra en medio de un debate crucial sobre su autonomía energética y las tarifas de gas, ya que se prevé iniciar la importación de gas desde Venezuela a partir de 2025. Expertos del sector energético han expresado su preocupación, argumentando que la prioridad debería ser fortalecer la producción local para evitar costos adicionales en las tarifas.
Los acuerdos entre Ecopetrol y la petrolera estatal venezolana, Pdvsa, datan de 2007 y están vigentes hasta noviembre de 2027. Estos acuerdos involucran la compraventa y transporte de gas a través del gasoducto binacional Antonio Ricaurte, que anteriormente permitió la exportación de gas hacia Venezuela. Sin embargo, el contrato ha estado inactivo bajo la figura de estabilización de equipos.
El presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, ha confirmado que la importación de gas desde Pdvsa es una alternativa que están considerando para garantizar el abastecimiento suficiente de gas natural. Se argumenta que existe un déficit del 17% en la demanda actual de gas en Colombia, y la maduración de proyectos locales en el mar Caribe para aumentar la producción nacional llevaría entre siete y nueve años.
Roa ha señalado que el déficit se sitúa entre 160 y 170 millones de pies cúbicos, lo que representa aproximadamente el 16% de la demanda nacional. Aunque la importación no sería en su totalidad, Roa sugiere que podrían entrar unos 50 o 60 millones de pies cúbicos de gas.
Uno de los puntos de preocupación es el impacto en las tarifas de gas para los consumidores colombianos. Actualmente, Colombia ya importa gas a través de una plataforma de regasificación en el mar Caribe, pero a costos significativamente altos, entre 17 y 19 dólares el millón de BTU, frente a los 6 o 7 dólares habituales en el mercado.
A pesar de la posibilidad de sanciones de Estados Unidos contra el petróleo y gas de Venezuela, Roa no ve esto como una preocupación inminente y destaca que la decisión se enmarca en el levantamiento de restricciones actuales.
Sin embargo, los críticos argumentan que la prioridad debe ser la producción local de gas. Según el Plan de Abastecimiento de Gas Natural 2019-2028, Colombia se autoabastece en un 95% del consumo de gas natural, pero las reservas han disminuido. Expertos instan al Gobierno a apoyar la perforación de pozos locales para aumentar el suministro y a ajustar la comercialización y tarifas para facilitar el transporte de gas en todo el país.
El presidente de la fundación Xua Energy, Julio César Vera, sugiere que las importaciones podrían ser favorables si se mantienen los precios previstos en el acuerdo inicial, pero destaca que la mejor alternativa es garantizar la soberanía y seguridad energética con recursos internos.
En cuanto a las tarifas, la ministra de Minas y Energía expresó anteriormente que importar gas natural triplicaría el costo del servicio para el usuario final, un punto que ha sido reiterado por expertos como Felipe Bayón, expresidente de Ecopetrol. La importación desde Venezuela plantea desafíos significativos para Colombia, que ahora debe equilibrar su necesidad de gas con la sostenibilidad de sus tarifas y la seguridad energética a largo plazo.
