En un ambiente colmado de respeto, gratitud y emotividad, el Comando Aéreo de Combate No. 5 (CACOM 5) abrió nuevamente las puertas de la emblemática “Casa de los Halcones Valientes” para rendir un sentido homenaje a quienes, con valor, disciplina y patriotismo, consagraron años de su vida al servicio de Colombia. La conmemoración del Día de las Reservas de Primera Clase de las Fuerzas Militares y del personal uniformado retirado de la Policía Nacional se convirtió, más allá de una fecha institucional, en una celebración de la memoria, la identidad y el legado.
Hombres que portaron con orgullo el uniforme regresaron a este escenario estratégico de la Fuerza Aeroespacial Colombiana, esta vez no para cumplir una misión operativa, sino para recibir el reconocimiento de sus compañeros, superiores y seres queridos, por una vida de entrega al deber.
La jornada inició con la izada del Pabellón Nacional, ceremonia que evocó en los presentes no solo la marcialidad del protocolo militar, sino también el profundo amor por la patria. Con la bandera ondeando en lo alto y los acordes del himno nacional resonando con fuerza, los veteranos revivieron sentimientos de pertenencia y orgullo, reafirmando el lazo inquebrantable que los une a la institución.
El comandante del CACOM 5, acompañado por miembros del alto mando y personal en servicio activo, dirigió unas palabras de reconocimiento que calaron hondo en los asistentes. “Hoy queremos agradecerles por el legado que nos han dejado, por abrir el camino que hoy seguimos recorriendo y por recordarnos que la lealtad a la patria no termina con la baja, sino que se transforma en ejemplo”, expresó el oficial.
Uno de los momentos más significativos del evento fue el espacio dedicado a las familias de los Reservistas. Se resaltó el rol silencioso pero esencial que cumplen padres, esposas, hijos y hermanos en la vida del militar. A través de actividades recreativas, testimonios y una muestra cultural, se quiso honrar el apoyo incondicional que las familias brindan durante los años de servicio activo y en la vida civil posterior.
“Detrás de cada militar hay una familia que también ha hecho sacrificios, que ha esperado en silencio y que ha brindado fuerza cuando más se necesitaba”, mencionó una de las esposas homenajeadas, visiblemente emocionada.
Durante la jornada, no faltaron los reencuentros. Entre abrazos, risas y miradas cómplices, los veteranos compartieron historias de su paso por la institución: anécdotas de entrenamiento, misiones cumplidas, compañeros que ya no están y momentos que marcaron sus vidas.
Muchos de ellos, hoy ya retirados, han continuado sirviendo a la comunidad desde otros frentes, demostrando que el espíritu de servicio trasciende el uniforme. Esta ceremonia también fue una oportunidad para escuchar sus voces, recoger sus vivencias y transmitirlas a las nuevas generaciones de aviadores militares que hoy continúan su legado.
Un mensaje que trasciende el tiempo
El homenaje concluyó con una entrega simbólica de reconocimientos, que incluyó medallas, diplomas y obsequios institucionales, en señal de gratitud por los años dedicados a la defensa del país. Los veteranos, con la frente en alto, recibieron estos honores con la misma humildad con la que alguna vez tomaron juramento ante la bandera.
Con este acto, el Comando Aéreo de Combate No. 5 reafirma su compromiso con la memoria institucional y con aquellos hombres y mujeres que, aun en el retiro, siguen siendo parte vital de la Fuerza Aeroespacial Colombiana.
Porque servir a la patria no termina con una baja administrativa. Es un llamado que permanece en el corazón y que se honra en cada paso. Y en esta jornada, CACOM 5 no solo reconoció un pasado de entrega, sino que celebró un presente de lealtad y un futuro de inspiración.
