Miles de colombianos tomaron las calles de varias ciudades del país el domingo para expresar su descontento con las políticas del presidente Gustavo Petro, quien asumió el poder en agosto de 2022. Las marchas se registraron en Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y otros municipios, convirtiendo las calles en un reflejo del descontento popular.
La convocatoria de las protestas buscaba reflejar el rechazo a la gestión de Petro y a las reformas que cursan en el Congreso, incluyendo las reformas en salud, laboral y pensional. Carolina Arbeláez, exrepresentante de Cambio Radical, señaló que las movilizaciones también expresaban preocupación por la situación de orden público en regiones como Cauca y Nariño, donde los territorios están a merced de criminales.
El presidente Petro, a través de su cuenta en una red social, manifestó: “Bienvenidas las marchas. He convocado el poder constituyente y eso incluye toda la fuerza popular. Le he pedido al Ministerio del Interior y al Ministerio de Defensa brindar todas las garantías para que la gente se movilice y se exprese con toda la libertad”.
En Bogotá, la protesta inició desde el Parque Nacional hasta la Plaza de Bolívar con la participación de aproximadamente 80.000 personas, según el balance del Distrito. 1.200 policías estuvieron desplegados para prevenir alteraciones al orden público, mientras que equipos de Derechos Humanos y gestores de Diálogo y Convivencia acompañaron la manifestación.
La jornada de protestas se desarrolló de manera pacífica y culminó sin reportes de personas lesionadas, detenidas o afectaciones a bienes públicos y privados. El ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, destacó que las marchas se desarrollaron en “total paz y tranquilidad”, gracias al despliegue de 20.000 uniformados para garantizar la seguridad y convivencia durante las concentraciones.
Las protestas reflejan un llamado ciudadano en defensa de la democracia, las instituciones y en rechazo a las políticas y propuestas del presidente Petro. Con una participación masiva y ordenada, los colombianos han dejado claro su deseo de un cambio y de un diálogo abierto con el Gobierno para abordar las preocupaciones nacionales.
