La historia de Jesús de Nazaret, el fundador del cristianismo, continúa ejerciendo una fascinación inigualable en la humanidad, incluso después de dos mil años. ¿Qué es lo que hace que este personaje sea tan memorable?
Si observamos otros héroes cuyos legados han trascendido a lo largo del tiempo, como Sócrates, notaremos patrones comunes. A pesar de que las civilizaciones en las que vivieron estos individuos hayan desaparecido, sus enseñanzas aún resuenan en la era moderna. Aunque ya no se hable el griego de Sócrates ni el arameo de Judea, las lecciones que dejaron continúan moldeando nuestro mundo de maneras profundas e imperceptibles.
Una característica notable compartida por Sócrates y Jesús es que ninguno de los dos dejó escritos propios; ambos fueron maestros de la oralidad cuyas palabras fueron registradas por sus seguidores mucho después de su muerte. Además, ambos desafiaron a las autoridades de su tiempo con enseñanzas revolucionarias, lo que les llevó a enfrentarse a un destino trágico a manos de dichas autoridades.
En comparación, el análisis de Jorge Luis Borges sobre las muertes de Sócrates y Jesús destaca la percepción de Sócrates como un caballero y Jesús como un político, aunque la reverencia hacia Jesús va más allá, ya que para millones es considerado divino. Esta divinidad atribuida a Jesús, junto con la adoración que le profesa más de la mitad de la población mundial, marca una diferencia significativa en su legado.
La historia de Jesús ha sobrevivido a través de diferentes medios de comunicación a lo largo de la historia, desde la oralidad hasta los libros impresos y, más recientemente, el cine. Desde la primera película sobre Jesucristo en 1902 hasta las más recientes, como «La Pasión de Cristo» de Mel Gibson, el cine ha proporcionado una plataforma para interpretar y debatir su vida y enseñanzas. Películas como «La última tentación de Cristo» de Martin Scorsese y «El Evangelio según San Mateo» de Pier Paolo Pasolini han generado discusiones en la prensa y las redes sociales, explorando aspectos políticos, sociales y religiosos de la figura de Jesús.
La historia de Jesús sigue siendo una fuente inagotable de inspiración y debate, y su legado continúa resonando en la sociedad contemporánea a través de diversas formas de expresión cultural.
