Colapso del puente en Baltimore provoca crisis en exportaciones colombianas hacia EE.UU.

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En la madrugada del lunes, un dramático incidente sacudió los cimientos del comercio internacional: el colapso del puente en Baltimore, uno de los principales puertos de Estados Unidos. El siniestro fue desencadenado por el impacto de un gran buque portacontenedores, el Dali, que perdió el control al salir de un puerto cercano. Este desafortunado suceso no solo ha desencadenado una operación de búsqueda y rescate, sino que también ha generado un gran impacto en el flujo de exportaciones, particularmente desde Colombia hacia Estados Unidos.

El Puerto de Baltimore, décimo en movimiento de contenedores en EE.UU., es una pieza vital en la cadena de suministro global. Sin embargo, con el cierre repentino debido al derrumbe del puente, se ha interrumpido el flujo comercial que normalmente transporta alrededor de 128.858 toneladas de productos colombianos. Según Javier Díaz, presidente de Analdex, esta situación afectará significativamente las exportaciones colombianas, especialmente en sectores como las manufacturas de asfalto, alimentos para bebés, café, pulpa de mango, papel, confites y baldosas.

El impacto se sentirá no solo en Colombia, sino también en varios países que exportan hacia Estados Unidos. El tráfico marítimo que habitualmente pasa por Baltimore ha sido suspendido hasta nuevo aviso, y se prevén meses de interrupciones en las operaciones del puerto. Funcionarios de la Guardia Costera advierten sobre posibles efectos dominó que podrían afectar el comercio global en los próximos meses.

Aunque se espera que puertos alternativos como Norfolk en Virginia y el área de Nueva York y Nueva Jersey absorban parte del tráfico desviado, la magnitud del colapso del puente de Baltimore plantea desafíos logísticos significativos para las empresas y los exportadores que dependen de una cadena de suministro fluida y eficiente.

Este incidente subraya la importancia de la infraestructura segura y bien mantenida en el comercio internacional, y plantea preguntas sobre los protocolos de inspección y mantenimiento de las estructuras clave en los principales centros logísticos del mundo. Mientras tanto, los esfuerzos de rescate y recuperación continúan en Baltimore, mientras la comunidad empresarial mundial observa con atención el desarrollo de esta situación crítica.