Los páramos son ecosistemas de alta montaña caracterizados por ser una llanura de vegetación herbácea. Su importancia radica en que son refugios de biodiversidad y proveen servicios ecosistémicos vitales, como la regulación del agua y la captura del carbono.

La temporada de sequía ha golpeado fuertemente estos ecosistemas, ocasionando grandes pérdidas en la vegetación. Sin embargo, debido a la estructura de algunas de sus plantas, como los frailejones, hay esperanza de una recuperación.