La mujer que se convirtió en piedra: la leyenda que acompaña la Semana Santa en Colombia

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En muchos rincones de Colombia, la Semana Santa no solo es tiempo de recogimiento y fe, sino también de relatos populares que sobreviven gracias a la tradición oral. Uno de los más conocidos es el de la mujer que, por lavar ropa en Viernes Santo, fue convertida en piedra.

La Semana Santa es para los católicos un momento de reflexión y respeto. Sin embargo, en el imaginario colectivo de muchas regiones del país, especialmente en Antioquia, este tiempo sagrado también está rodeado de advertencias que se transmiten de generación en generación. Una de ellas es la historia de la mujer que fue castigada por no respetar el Viernes Santo, día que conmemora la muerte de Jesucristo.

Según la leyenda, esta mujer, desafiando las creencias de su comunidad, salió al río a lavar ropa en plena Semana Mayor. Aunque algunos relatos aseguran que lo hizo por necesidad, otros insisten en que fue por simple indiferencia. Lo cierto es que el resultado fue el mismo: mientras lavaba, fue alcanzada por un rayo o, en otras versiones, su cuerpo simplemente se convirtió en piedra. Desde entonces, se dice que su figura quedó allí, como una advertencia eterna.

La creencia popular sostiene que durante el Viernes Santo no se deben realizar labores domésticas como barrer, hacer aseo, clavar cosas en la pared o lavar ropa. Estas acciones, según la tradición, pueden interpretarse como una falta de respeto al duelo de Cristo. “Barrer es barrerle la cara a Cristo” o “clavar es volverlo a crucificar”, se escucha aún en las casas de los pueblos.

Más allá del relato literal, esta leyenda se convierte en un símbolo de castigo divino, un eco de la memoria colectiva que inmortaliza la transgresión a través de la piedra. El río, asociado a la vida y la limpieza espiritual, se transforma en escenario de juicio y castigo.

Este relato, con variaciones en diferentes regiones como Valle del Cauca, Nariño y Boyacá, sigue siendo contado cada año, recordando el valor del respeto a las tradiciones. Aunque ocurre un Viernes Santo, el mensaje es más amplio: honra lo sagrado, respeta los tiempos y escucha la sabiduría de los mayores.

Así, entre rezos y procesiones, la leyenda de la mujer de piedra sigue viva, acompañando silenciosamente las celebraciones de Semana Santa en Colombia.