Controversia por posible declaratoria de emergencia sanitaria y económica ante brote de fiebre amarilla

0
90

El presidente Gustavo Petro anunció que su Gobierno estudia la posibilidad de declarar una emergencia sanitaria y económica a nivel nacional, tras la aparición de varios casos confirmados de fiebre amarilla en algunos departamentos del país. La propuesta, de carácter excepcional, permitiría al Ejecutivo actuar mediante decretos con fuerza de ley, sin necesidad de trámite previo en el Congreso.

La alerta se da en medio de la temporada de Semana Santa, en la que varias regiones con alta dependencia del turismo podrían verse afectadas por restricciones o disminución en el flujo de visitantes, lo que preocupa al Gobierno tanto en términos de salud pública como de impacto económico.

Sin embargo, la iniciativa ha generado una fuerte polémica. Expertos en salud y economía han cuestionado la necesidad y proporcionalidad de la medida. “Pareciera que el manejo que se le está dando a este tema busca generar condiciones para declarar la emergencia, lo que daría al Gobierno herramientas para implementar nuevos esquemas de recaudo o reformas tributarias sin mayor control”, expresó Gabriel Rojas, académico y economista.

Según varios analistas, aunque el brote de fiebre amarilla es preocupante, sigue siendo focalizado y el sistema de salud cuenta con capacidad de respuesta, incluyendo protocolos de atención ya establecidos. En ese sentido, consideran que declarar una emergencia económica sería una respuesta desmedida.

“Esto podría ser una vía para enfrentar problemas estructurales del Gobierno, como su déficit fiscal, más que una medida sanitaria estrictamente necesaria”, agregó Rojas.

La Corte Constitucional ha señalado que las emergencias deben ser temporales, proporcionales y justificadas, y varios juristas ya advierten que en este caso esos criterios no se cumplirían plenamente. Además, temen que la declaración permita decisiones fiscales o contractuales discrecionales sin suficiente supervisión institucional.

Por ahora, el país se mantiene a la expectativa de la decisión final del Ejecutivo, mientras continúa el monitoreo del brote y la aplicación de medidas sanitarias en las regiones afectadas.