EN NUESTRA CIUDAD, ¡EL FÚTBOL SE SIENTE!

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El fútbol sonoro es una adaptación del fútbol para personas ciegas o de baja
visión. En Colombia, desde los años 70, en los institutos para niños ciegos de
Bogotá, se empezó a modificar los deportes. El fútbol fue uno de los primeros en
ser sometido a cambios. Lo jugaban con latas de betún, las cuales no podían ser
levantadas del suelo, puesto que los arqueros, que en ese momento debían ser
ciegos totalmente, se posicionaban acostados de lado. Así impedirían la entrada
de la «lata-balón» a la red.

Entre los años noventa y el inicio del nuevo milenio, se inició un nuevo reglamento.
Por ejemplo, el arquero podía tener visión total y los cuatro jugadores de campo
eran ciegos. Las reglas básicas eran iguales a las del fustal (fútbol de salón).
Nuestro municipio sigue siendo eje para el desarrollo de comunidades y
poblaciones por medio del deporte. Gracias al fútbol sonoro, que se convierte en
una alternativa para las personas ciegas o con poca capacidad visual, de Rionegro
y del oriente antioqueño, ellas se sienten incluidas, capaces y con las mismas
oportunidades que las que tienen las personas que contamos con todos los
sentidos.

En la cancha sintética de la Universidad Católica, los sábados, a las 10 de la
mañana, se reúne un grupo de 10 personas, entre entrenadores y deportistas,
para realizar una práctica de fútbol sonoro.
El pasado 9 de septiembre acompañamos uno de los entrenamientos del equipo
de esa modalidad de fútbol de nuestro municipio. En verdad, escasean las
palabras para describir lo que sentí al ver a esos deportistas cambiar de ritmo,
rematar al arco y realizar jugadas intrépidas, como paredes; eso nos muestra y
enseña de modo contundente es que la discapacidad sólo es asunto mental;
definitivamente, el querer es el poder.

Hablamos con Ferney García, joven comunicador que hace casi un año comenzó
a practicar ese proyecto. Él es uno de los que más se destaca por su técnica y la
fluidez dentro del terreno de juego. Es muy talentoso. Comunicador social,
egresado de la UCO desde hace 8 años, conoce bien el fútbol sonoro; lo alternó
con sus estudios académicos y luego con las obligaciones que se van adquiriendo
en la vida. La falta de recursos económicos y el desplazamiento hasta Medellín, en
donde debía practicarlo, hicieron que Ferney se alejara un poco del deporte que
ama tanto; pero el fútbol es algo inexplicable, algo difícil de dejar de practicar, y a
Ferney no le sucedió lo contrario. Lo inexplicable del fútbol cuando no se puede
jugar, hizo que Ferney ideara y presentara un proyecto a la Secretaría de
Juventud de nuestro municipio.

«Presenté el proyecto, y me lo aprobaron. En ese sentido, allá siempre han estado
muy dispuestos a colaborar, a ofrecernos todo el apoyo logístico. El año pasado lo ejecutamos y ese fue el primer acercamiento y la primera experiencia con fútbol
sonoro en el oriente. En diciembre el proyecto se paró, pero nos llamaron a
principios de este año para decirnos que querían seguir, que se retomaría el
proyecto por el buen impacto que causó.

Ese deporte genera espacios en los que las personas se sienten incluidas. En otros deportes, las personas con discapacidad visual son relegadas y marginadas, no porque no tengan las capacidades sino más bien porque la gente las desconoce, o porque las mismas
personas tienen miedo de practicar algún deporte porque no saben que existen
otras alternativas. Yo ahora practico y fomento el fútbol sonoro, pero hay muchos
deportes para personas con discapacidad visual; el caso es que tendríamos que ir
hasta otras ciudades a jugarlo.

Hoy damos gracias a la Subsecretaría de Juventud, que nos gestionó el apoyo del
Deportivo Rionegro, en cabeza del profesor Óscar García y de Mauricio Marín;
ellos están muy animados y muy contentos con este proyecto».
Ferney, lleno de entusiasmo, agregó: «En última instancia, el objetivo o el
propósito es jugar al fútbol, jugarlo bien; jugarlo de una manera profesional. El
profesor Óscar García y Mauricio Marín nos han acompañado de una manera
excelente. Próximamente enfrentaremos a la Selección Antioquia de Fútbol
Sonoro, que viene de Medellín. Vamos a demostrar qué es lo que venimos
haciendo en cada entrenamiento. En verdad, del año pasado hacia acá se ha visto
mucho el avance porque los deportistas estamos comprometidos. El trabajo de los
profesores técnicos también es esencial».

Ferney habla como un empoderado de ese deporte, y cuenta, como todo un
profesional del fútbol sonoro que ya es, cuál es el objetivo del equipo. Él es un
líder innato, y eso nos llena de orgullo, el orgullo de saber que aquí, en Rionegro,
contamos con una persona como Ferney, que piensa en el bienestar de su
población al proyectar el fútbol como el eje principal en la práctica de otras
modalidades deportivas. Hay muchas otras modalidades adaptadas. En Rionegro
contamos con los espacios para practicarlas: figuran el judo, el ajedrez, el
atletismo, la natación y gol bol.

Ferney también reconoció que el aspecto psicosocial es el que dificulta un poco el
desarrollo de este proyecto. Dice que las mismas personas discapacitadas, o sus
familiares son quienes se llenan de miedos.

«Yo soy un defensor total de la autonomía. Ella se gana a partir de muchos
factores, entre ellos la confianza; pero la confianza en nuestro caso depende de
componentes externos, principalmente el de la familia; la familia suele ser
sobreprotectora, no es una mala intención porque la familia quiere cuidarnos y
brindarnos lo mejor, que no nos pase nada, pero la vida es esto y hay que
enfrentarla; a veces hay que caer, levantarse y seguir. Indudablemente, la familia
puede ser el mejor de los impulsos, como también puede ser una jaula de oro»,
sostiene Ferney García.

Lo que dice el profesor

Hablamos también con el profesor Óscar García, entrenador en este lindo
proyecto deportivo. Él nos contó cómo ha sido ese proceso: «Primero que nada,
les agradezco su atención. Los felicito, a usted y al periódico, por estar presentes
en estos proyectos incluyentes, son proyectos que nos llenan de vida y nos
permiten venir a devolverle a la vida misma y al fútbol todas las oportunidades que
un día nos brindaron. Para mí es muy grato venir y compartir con ellos, y
brindarles un poco de conocimiento; de la misma manera, ellos nos trasmiten sus
conocimientos a nosotros. Esta es una experiencia sumamente enriquecedora y
motivante.

Desde el primer día que yo vine aquí me sentí feliz, y es aquí en donde
uno siente que vale la pena esta profesión y haber estudiado lo que se estudió; y
que vale la pena venir, quemarnos con el sol, o muchas veces mojarnos. Cuando
nos hicieron la invitación desde la Subsecretaría de Juventud no dudamos en
aceptarla, obviamente; la aceptamos con los brazos abiertos. Estuvimos en
capacitaciones en Medellín, y ahora estamos aquí, felices; entrenamos todos los
sábados, siempre vienen con ganas, con gran motivación».

En cuanto a lo competitivo, el profesor Óscar dijo: «El grupo se viene preparando
para un partido que se hará en la semana de la juventud, en octubre. Ojalá ese
sea un proyecto para largo rato, pues ellos están felices y contentos. Estos
proyectos son fundamentales para la sociedad porque hacen sentir importantes a
las personas, sin importar sus discapacidades u otras condiciones.

El fútbol sonoro es algo muy motivante. Para muchos ha sido muy complejo, pero la
evolución que han tenido sus practicantes es impresionante. Sorprende ver cómo
se convierten, simplemente, con un balón con cascabel, y cómo manejan sus
cuerpos; cómo manejan la cancha; cómo conocen a los rivales, a los compañeros
de equipo; hacen paredes, hacen finalizaciones y realizan gambetas. ¡Apoteósico!
La invitación es para todas las personas del oriente antioqueño, para que a ese
proyecto se siga sumando gente no solamente de Rionegro, sino también de los
municipios aledaños.

Hay personas que vienen desde El Peñol y El Santuario.
Con la ayuda de Dios, seguiremos aportando lo que hemos aprendido durante
esta vida deportiva para que esas personas se puedan sentir importantes y, ante
todo, sean felices, que es lo más importante y lo que siempre buscamos».