En los primeros cuatro meses tras la implementación de los impuestos saludables en Colombia, destinados a gravar productos como bebidas azucaradas, papitas y golosinas, un estudio de la firma Kantar revela que los estratos socioeconómicos 5 y 6 son los que más gastan en alimentos ultraprocesados, invirtiendo un 21% de cada $100 en estos productos, una proporción superior a cualquier otro nivel de la pirámide social.

La directora de Desarrollo de Mercado Latam de Kantar, Marcela Botana, señaló que, a finales de 2023, los hogares comenzaron a recuperar tamaño y ajustar la frecuencia de compra, anticipando una recuperación de compras más grandes en 2024.

El informe destaca que, como resultado de los impuestos, Fenalco, el gremio de los comerciantes, informó un aumento del 3,66% en los precios de las golosinas y del 1,22% en las gaseosas y otras bebidas azucaradas en el primer mes del año, superando la inflación mensual de alimentos que fue del 0,48%.

En términos de gastos, los niveles socioeconómicos más altos destinan $21 de cada $100 a alimentos ultraprocesados, mientras que en estratos 1 y 2, la proporción es del 16% y 17%, respectivamente. Kantar también observa que en la base de la pirámide se gasta más en categorías como arroz, pasta y huevo, aunque las bebidas azucaradas siguen siendo una elección significativa.

La tendencia de compra también se ve influenciada por los canales de compra, con tiendas de descuento como D1, Ísimo o Ara representando el 25% del total el año pasado, impulsadas principalmente por los estratos 1 y 2, que buscaban promociones en grandes cadenas.

Sin embargo, el informe indica que los precios de las carnes procesadas, como salchichas, han experimentado un aumento del 1,64%, más de cuatro veces la inflación de alimentos, afectando especialmente a las tiendas de barrio y a las familias de bajos ingresos.

En cuanto al impacto en las ventas, el gremio de los comerciantes reporta que más del 80% de los comerciantes informaron que sus ventas fueron inferiores o iguales a las obtenidas en el mismo mes del año anterior.

Desde la perspectiva del consumidor, el Dane reporta que, en enero, el incremento de precios fue mayor para la clase media, con un ajuste del 0,95% frente a diciembre, mientras que para la clase de ingresos altos fue del 0,89%, y para la vulnerable, del 0,86%. La inflación total en enero alcanzó el 0,92%, y en los últimos doce meses llegó al 8,35%, afectando de manera desproporcionada a los hogares de ingresos más altos, la clase media, los vulnerables y la población en condición de pobreza.