La Unión, Antioquia – Este miércoles santo marcó un hito trascendental para Albeiro de Jesús Cardona, conocido como Nereo, un hombre cuya fe y devoción han forjado una tradición única en la región. Durante 30 años consecutivos, Nereo ha llevado sobre sus hombros una cruz de madera, emulando el sacrificio de Cristo, en un viaje espiritual que abarca 66 kilómetros entre La Unión y Girardota.
Su peregrinaje, que comenzó como un mandato divino recibido en sueños, ha cautivado a propios y extraños, convirtiéndose en un símbolo de fe y perseverancia en la región del Oriente Antioqueño. A pesar de las adversidades y los desafíos del camino, Nereo, de 66 años de edad, ha mantenido su compromiso con esta tradición, encontrando fuerza en la bendición que asegura proviene de lo alto.
La vida de Nereo está marcada por una serie de pruebas que lo llevaron desde la orfandad en su infancia hasta el peregrinaje a través de los caminos rurales de Antioquia. Su historia, que parece sacada de los relatos bíblicos, es un testimonio de superación y fe inquebrantable.
Acompañado por otros devotos, Nereo recorre cada año el mismo sendero, enfrentando desafíos físicos y espirituales en su búsqueda de paz y redención. A lo largo del camino, su presencia inspira tanto a creyentes como a escépticos, recordando la fuerza transformadora de la fe y la determinación.
A pesar de los riesgos y las dificultades, Nereo continúa su viaje con la convicción de que su sacrificio no es en vano. Su mensaje de esperanza y su devoción inquebrantable lo han convertido en un verdadero mensajero de Dios, llevando consigo las peticiones y las esperanzas de aquellos que confían en él como un intermediario divino.
En un mundo lleno de incertidumbre y desafíos, la historia de Nereo nos recuerda el poder de la fe y la importancia de mantener viva la llama de la esperanza, incluso en los momentos más oscuros. Su peregrinaje es más que un acto de devoción; es un recordatorio de que, incluso en los tiempos más difíciles, la fe puede ser nuestra guía y nuestra fortaleza.
Este miércoles santo, mientras Nereo completaba su trigésimo peregrinaje, los habitantes de La Unión y Girardota se unieron para celebrar su dedicación y su sacrificio. En un mundo lleno de distracciones y superficialidades, la historia de Nereo nos recuerda la importancia de la fe, la humildad y el sacrificio en nuestro viaje espiritual hacia la redención.
