Pesos y contrapesos, aún queda mucho por hacer…

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Pesos y contrapesos, aún queda mucho por hacer Si bien la arquitectura de las instituciones del Estado colombiano se ha venido perfeccionando con el pasar del tiempo, al fortalecerse y ajustarse a las nuevas realidades, con la creación de sistemas de pesos y contrapesos que les permitan a las diferentes ramas del poder público interactuar entre ellas lo más indepen- dientemente posible, la verdad es que sigue faltando mucho por estructurar.

Lo ocurrido el pasado 8 de febrero en las afuera del Palacio de Justicia, en Bogotá, es una muestra de ello. Nadie ganó absolutamente nada con lo ocurrido, sino que, por el contrario, se debilitaron tanto la democracia como la credibilidad en las instituciones, pues fue un desacierto del presidente, Gustavo Petro Urrego, el incitar a las masas a realizar manifestaciones el mismo día en que la Corte Suprema de Justicia se reuniría para elegir fiscal general. Fue también un desacierto de la Corte no hacer uso de sus funciones y elegir tal funcionaria.

Esos acontecimientos traen a colación las palabras del exmagistrado y candidato presidencial Carlos Gaviria Díaz, quien indicaba: «Colombia no es una democracia, sino una sociedad que tiene vocación democrática». Este puede ser el momento, entonces, para debatir y pensar hacia el futuro las funciones electorales de la Corte y el papel del presidente de la República en la elección del fiscal, para seguir avanzando; quizás algún día pasemos de tener vocación democrática a ser verdaderamente un país democrático.