Científicos internacionales, tras décadas de investigación, han llegado a una conclusión alarmante: la humanidad ha llevado al límite el ciclo del agua dulce en la Tierra. Este hallazgo, publicado en la prestigiosa revista Nature Water, destaca que desde la mitad del siglo XX hemos superado el límite planetario para el agotamiento del agua dulce.
El estudio, que representa la evaluación más exhaustiva del cambio en el ciclo global del agua en una escala de tiempo tan larga, revela que las actividades humanas, como la construcción de presas, el riego a gran escala y el calentamiento global, han alterado drásticamente los recursos de agua dulce. Esto ha comprometido su capacidad para regular procesos ecológicos y climáticos vitales, poniendo en riesgo la estabilidad ambiental del planeta.
Los científicos calcularon meticulosamente el caudal mensual y la humedad del suelo utilizando datos de modelos hidrológicos con una resolución espacial sin precedentes. Compararon las condiciones durante el período preindustrial con el período industrial, y los resultados son preocupantes: se ha observado un aumento significativo en la frecuencia y la extensión de condiciones excepcionales, como sequías e inundaciones, en comparación con las condiciones previas a la industrialización.
«Descubrimos que las condiciones excepcionales son ahora mucho más frecuentes y extendidas que antes, lo que demuestra claramente cómo las acciones humanas han cambiado el estado del ciclo global del agua dulce», afirmó Vili Virkki, investigador doctoral de la Universidad de Aalto y uno de los autores principales del estudio.
Los patrones de cambios son especialmente notables en regiones tropicales y subtropicales, donde las condiciones excepcionalmente secas se han vuelto más frecuentes, y en regiones boreales y templadas, donde se han observado condiciones excepcionalmente húmedas. Además, en regiones con una larga historia de uso agrícola, como las cuencas de los ríos Nilo, Indo y Mississippi, se han detectado cambios significativos impulsados por el riego.
Ante estos hallazgos, los científicos advierten sobre la urgencia de tomar medidas para mitigar el agotamiento del agua dulce y restaurar su equilibrio. El estudio sirve como un llamado de atención crucial para la humanidad, instándonos a reconsiderar nuestras prácticas y a adoptar enfoques más sostenibles en la gestión de los recursos hídricos si queremos preservar la salud de nuestro planeta para las generaciones futuras.