Expertos advierten que a pesar de una ligera disminución en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en los últimos meses, el costo de vida en Colombia continúa siendo una preocupación, especialmente debido a los altos costos de arriendo y otros gastos básicos.
Aunque el IPC ha mostrado una variación anual del 7,36% en el último informe, con un descenso mensual del 2,73%, los analistas señalan que la presión persiste en áreas como los arriendos de vivienda. Laura Katherine Peña, economista de BBVA Research, destaca que los arriendos representan cerca del 25% de la canasta de gastos de los hogares y están experimentando alzas significativas, incluso por encima de la inflación.
Peña explica que este fenómeno se debe a varios factores, incluyendo regulaciones que permiten aumentos de arriendo vinculados a la inflación, así como un aumento acumulado de los arriendos que ahora se están materializando. Además, la escasez de oferta de viviendas nuevas está ejerciendo presión adicional sobre los precios de los arriendos.
Por otro lado, la crisis de salud reciente también está contribuyendo a la inflación, con aumentos en los precios de servicios relacionados con la atención médica y medicamentos debido al desabastecimiento.
Los analistas de Anif destacan que los sectores de alojamiento, agua, electricidad y gas están contribuyendo significativamente al crecimiento de los precios, lo que podría tener un impacto desproporcionado en los hogares de bajos ingresos.
Se espera que la inflación cierre el año por encima del 5%, lo que indica que la lucha contra los altos costos de vida en Colombia aún está lejos de resolverse.