La información precisa y la generación de conocimiento son las mejores herramientas para derrumbar falsas creencias y abordar temáticas que, a menudo, se consideran tabúes en nuestra sociedad.
Con esta premisa, la marca Nosotras ha desarrollado una iniciativa que busca transformar la comprensión y la percepción sobre la menstruación en Colombia, celebrada por su impacto positivo en miles de jóvenes y comunidades a lo largo del país.
Esta estrategia educativa, que cada año alcanza más de 2.500 colegios, ha dejado una huella significativa en más de 37 generaciones, brindando información valiosa y desmitificando el proceso natural de la pubertad.
A través de esta iniciativa, Nosotras no solo promueve el conocimiento sobre la menstruación, sino que también fomenta la reflexión sobre la autenticidad y la unicidad de cada individuo, recordando que ser únicos es lo que nos hace especiales.
La expansión de esta campaña ha sido notable en los últimos años, alcanzando poblaciones que anteriormente no habían sido visitadas, como Amazonas, San Andrés y Providencia, Chocó, Arauca, entre otros. Esta labor no solo ha permitido la difusión de conocimiento, sino que también ha contribuido a la generación de más de 1.000 empleos directos e indirectos, lo que resalta el impacto social y económico de la iniciativa.
Un aspecto clave de esta estrategia ha sido la inclusión de los hombres en las actividades educativas desde hace cuatro años.
A través de materiales educativos diseñados para ellos, se busca derrumbar los tabúes y mitos que rodean la pubertad masculina, promoviendo una mejor comprensión de los cambios que atraviesan en esta etapa de la vida. Esta inclusión ha sido crucial para fomentar un diálogo abierto y reducir la estigmatización de estos temas.
Panorama de la salud menstrual en Colombia a pesar de los esfuerzos educativos, la situación de la salud menstrual en Colombia sigue presentando desafíos significativos.
Según una investigación realizada por el DANE, el 15,1% de las mujeres en el país enfrenta dificultades económicas para acceder a los productos necesarios para atender su menstruación.
Las ciudades más afectadas son Sincelejo, con un 33,7%; Ibagué, con un 24,5%; y Cúcuta, con un 22,7%. Estas dificultades son más frecuentes entre mujeres jóvenes, con bajo nivel educativo y de clases sociales bajas, lo que refleja una necesidad urgente de mayor apoyo y recursos.
Además, un estudio realizado por la consultora Caja reveló que el 94% de las mujeres de estratos bajos no cuenta con los recursos para adquirir toallas higiénicas, y el 75% ha sentido vergüenza al tener que pedir una prestada. De manera alarmante, el 92% de estas mujeres ha recurrido a productos sustitutos como papel higiénico, trapos, medias, pañales e incluso trozos de jeans.
El estudio también destaca que el 84% de las encuestadas ha sufrido accidentes mientras estaba en su periodo menstrual, lo que subraya la necesidad de mejorar la educación y el acceso a productos menstruales en estas comunidades.
Este panorama evidencia que, aunque se han logrado avances significativos en la educación menstrual, aún queda un largo camino por recorrer para garantizar que todas las mujeres en Colombia tengan acceso a los productos necesarios y a la información adecuada para manejar su menstruación de manera digna y segura.
La labor de Nosotras, al llevar conocimiento a cada rincón del país, es un paso fundamental en esta dirección, pero es claro que se requiere un esfuerzo conjunto y sostenido para lograr un cambio real y duradero.
