El sabor que nació del amor: La Arequipeña, el legado dulce que endulza generaciones

Fecha de publicación:

En el corazón del Oriente antioqueño, entre tradiciones, recetas heredadas y el inconfundible aroma del arequipe artesanal, late la historia de una mujer valiente y visionaria. Corría el año 1988 cuando una madre, impulsada por la necesidad de sacar adelante a sus hijas, encendió la chispa de lo que hoy es un ícono local: La Arequipeña, una marca que lleva más de tres décadas conquistando paladares con el sabor auténtico del hogar.

Hoy, su hija Filomena Gómez continúa ese legado con orgullo, preservando la esencia que hizo grande a su madre. “Cada frasco conserva el amor, la dedicación y el sabor auténtico que siempre nos ha caracterizado”, asegura con una sonrisa que refleja historia, esfuerzo y pasión.

La Arequipeña nació de la necesidad, pero se sostuvo gracias al amor. “Mi mamá empezó este emprendimiento para poder sostenernos. Recordó el arequipe que hacía desde niña y comenzó a prepararlo con sus propias manos. Con el tiempo, ese pequeño sueño se convirtió en el sustento de toda la familia”, recuerda Filomena.
Lo que empezó como un esfuerzo doméstico se transformó, poco a poco, en una empresa familiar que hoy endulza a cientos de personas en Rionegro, El Carmen de Viboral y otros rincones del Oriente.

En tiempos donde la industria tiende a la producción masiva, La Arequipeña se mantiene fiel a lo artesanal. “Somos especiales porque conservamos el trabajo hecho con amor y calma, porque no hemos dejado de lado lo aprendido desde niños. Nuestro arequipe tiene un sabor mágico y auténtico que te transporta al sabor de la casa de la abuela”, explica Gómez.

La textura cremosa, la calidad de los ingredientes y la preparación paciente hacen parte de un proceso casi ritual. En cada cucharada se percibe el respeto por la tradición y el compromiso por mantener viva la receta original.

Como todo emprendimiento, el trayecto no ha estado exento de dificultades. Filomena lo sabe bien: “Emprender ha sido un camino de muchos retos. No ha sido fácil enfrentarse a la competencia ni lograr que la gente valore un producto hecho desde cero, con ingredientes naturales y procesos completamente artesanales. Hacer entender que no somos el típico arequipe ha sido nuestro mayor desafío.”

Sin embargo, estos obstáculos se han convertido en aprendizajes. “Nos han enseñado a creer en lo que hacemos y a no perder la fe en nuestra esencia”, afirma con determinación.

Más allá del producto, La Arequipeña representa una historia de amor familiar, resiliencia y orgullo regional. Es la muestra de que las tradiciones pueden transformarse en oportunidades, sin perder su alma.

Hoy, este emprendimiento sigue creciendo sin olvidar de dónde viene. “Somos un arequipe lleno de magia, y cada paso que damos lo hacemos pensando en honrar el legado de mi madre”, concluye Filomena.

Dónde encontrarlos

Los amantes del buen arequipe pueden disfrutar de este manjar en varios puntos del Oriente antioqueño:

  • Rionegro: Dos puntos en Comfama —al frente de la zona de juegos del avión y en la plaza de Tutucán.

  • El Carmen de Viboral: En el parque principal, dentro del Café Majah (Carrera 31 #30-70, segundo piso) y en el toldo del parque principal Majah.

📱 Instagram: @la_arequipena_
📞 WhatsApp: 310 383 5864

La Arequipeña no solo ofrece un dulce; ofrece una historia hecha a fuego lento, con el sabor inconfundible de la familia, la memoria y el amor que se cocina con el corazón.

Comparte:

Suscribirme

spot_imgspot_img

Lo más popular

También te podría interesar
Relacionados

EDICTO SEGUNDO AVISO

El Medico Alergólogo Jorge Andres Puerto Fuentes invita a todos...