Consulta del Área Metropolitana: Más allá del Sí o el No, el Valle de San Nicolás elige su destino

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En el corazón del Oriente antioqueño, donde las montañas abrazan sueños colectivos, el Valle de San Nicolás se prepara para vivir un momento trascendental: la consulta popular del próximo 9 de noviembre, en la que los ciudadanos decidirán sobre la creación del Área Metropolitana del Valle de San Nicolás (AMVSN).

Más allá del debate entre el “Sí” o el “No”, este proceso se ha convertido en una oportunidad única para repensar el futuro de la región desde la unión, el diálogo y la construcción colectiva. Así lo plantea el abogado y líder regional Carlos Humberto Gómez, quien invita a la ciudadanía a no quedarse en la superficie del debate, sino a profundizar en sus implicaciones, riesgos y oportunidades.

“El verdadero reto no es la decisión binaria, sino cómo, como comunidad, decidimos enfrentarnos al futuro. Esta consulta no busca borrar identidades ni imponer visiones, sino preguntarnos cómo podemos coordinar esfuerzos sin perder lo que nos hace únicos”, señala Gómez.

Durante los últimos meses, la región ha sido testigo de intensas jornadas pedagógicas, foros, debates y encuentros ciudadanos que reflejan una ciudadanía activa, crítica e interesada. Las preguntas no han faltado: ¿qué ganamos con un Área Metropolitana?, ¿qué se puede perder?, ¿por qué ahora?, ¿qué alternativas hay? Cada respuesta ha ido abonando el terreno para una decisión más consciente.

Uno de los aspectos más valorados del proceso ha sido la posibilidad de participación plural. Comités promotores por el “Sí” y por el “No”, avalados por la Registraduría Nacional, ya están en marcha, demostrando que la democracia en el Valle de San Nicolás no solo es legítima, sino profundamente viva.

“Esta no es una contienda partidista ni una lucha de egos. Es una cita con la democracia. Es la posibilidad de pensar, en comunidad, cómo queremos que sea nuestra calidad de vida, nuestras oportunidades, nuestro desarrollo”, expresa Gómez.

Los argumentos en juego son diversos. Quienes apoyan la conformación del AMVSN hablan de mayor eficiencia en la planeación territorial, coordinación para enfrentar retos ambientales, mejor movilidad y servicios públicos más organizados. Quienes se oponen plantean dudas sobre autonomía, centralización de decisiones y necesidad de mayor maduración institucional. En ambos casos, el llamado es a sustentar las posturas con datos y análisis, no con desinformación.

“La decisión que tomemos no es el punto final, sino el inicio de una nueva etapa. Y esa decisión debe ser informada, consciente y profundamente ciudadana. El Valle de San Nicolás lo merece”, concluye el abogado.

La invitación es clara: que cada habitante del Valle se informe, dialogue y participe activamente en este proceso. Porque el 9 de noviembre, más allá del resultado, lo que está en juego es la forma en que esta comunidad quiere escribir su historia.