El Gobierno Nacional enfrenta presión por la falta de financiamiento para las carreteras en Antioquia

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Las carreteras 1G, 2G y 3G del país han sido motivo de controversia por no incluir a Antioquia en su trazado, dejando al departamento en una situación de marginación vial durante décadas. Entre 1994 y 2007, se llevaron a cabo tres generaciones de vías sin que Antioquia fuera considerada de manera significativa, con solo un proyecto en el Oriente antioqueño. Esta omisión ha llevado a que las autopistas 4G se conviertan en el foco de atención del gobierno del presidente Gustavo Petro, buscando subsanar esta deuda histórica con el departamento.

La situación ha alcanzado un punto crítico con la negativa del Gobierno Nacional a proporcionar los fondos necesarios para completar cinco puntos cruciales en los corredores de cuarta generación en Antioquia. A pesar de que el 66% del presupuesto destinado a las autopistas 4G se concentra en Antioquia, se argumenta que este enfoque es una respuesta justa y necesaria para abordar una larga historia de marginación en términos de infraestructura vial.

José Fernando Villegas, director regional de la Cámara Colombiana de la Infraestructura, señala que la falta de inclusión de Antioquia en las generaciones anteriores de carreteras se debió a la percepción de que la construcción de vías en la región sería prohibitivamente costosa debido a su topografía montañosa. Sin embargo, esta omisión ha sido reconocida como una injusticia histórica que requiere corrección urgente.

El proyecto de las Autopistas de la Montaña, posteriormente rebautizadas como Autopistas de la Prosperidad, surgió como respuesta a esta marginación, con la intención de conectar Antioquia con importantes centros comerciales y puertos. Sin embargo, la falta de avance en los corredores de cuarta generación amenaza con obstaculizar significativamente los beneficios económicos y logísticos que estas vías prometen.

La finalización de estos corredores no solo beneficiará a Antioquia, sino que también generará un impacto positivo a nivel nacional, reduciendo los tiempos de desplazamiento, los costos logísticos y generando ganancias económicas significativas. Por lo tanto, la presión sobre el Gobierno Nacional para asegurar la financiación necesaria se intensifica, ya que el desarrollo de la infraestructura vial en Antioquia se ha convertido en una prioridad crucial para el crecimiento y la competitividad del país en su conjunto.