Operación ‘Martillo’ desata una nueva crisis internacional mientras Israel intensifica ofensiva y líderes mundiales condenan acciones militares
La tensión entre Estados Unidos e Irán alcanzó un nuevo punto crítico tras el ataque estadounidense a los tres principales centros de enriquecimiento de uranio en territorio iraní, en el marco de la denominada Operación Martillo de Medianoche. La acción militar, ejecutada con misiles lanzados desde un submarino y aviones que despegaron desde Guam y Misuri, fue presentada por el Pentágono como una medida estratégica contra las capacidades nucleares iraníes.
En paralelo, Israel ha intensificado su ofensiva contra objetivos iraníes. En las últimas horas, el ejército israelí confirmó ataques contra la sede de la Guardia Revolucionaria iraní y una prisión en Teherán donde permanecen detenidos presos políticos y ciudadanos extranjeros.
La reacción internacional no se hizo esperar. El presidente ruso, Vladimir Putin, calificó los bombardeos como una “agresión absolutamente injustificada”, aunque evitó comprometer algún tipo de apoyo militar a Irán. Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, condenó el ataque y advirtió sobre las posibles “consecuencias catastróficas para el mundo” si el conflicto escala.
China también se sumó a las voces de rechazo. A través de su Ministerio de Relaciones Exteriores, el país asiático expresó que las acciones de Washington violan los principios fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas.
En medio de este panorama, la comunidad internacional observa con creciente preocupación el rumbo de los acontecimientos en Medio Oriente, en un momento en que la estabilidad global pende de un hilo.
