En medio de una preocupante sequía y niveles mínimos en los embalses, Colombia está enfrentando un aumento significativo en el consumo de energía. Según datos de XM, el operador del Sistema Interconectado Nacional, el consumo de energía en marzo registró un aumento del 12,06% en comparación con el mismo mes del año anterior.
La situación se agrava con el nivel crítico de los embalses, que para el 17 de abril se encontraba en apenas un 28,56%, cerca del punto en el que el sistema eléctrico no podrá responder a la demanda, que es del 27%. Este nivel es el más bajo desde el apagón de 1992, lo que ha llevado a la activación de térmicas al máximo de su capacidad y la suspensión de exportaciones de energía a Ecuador.
A pesar de los llamados del Gobierno y los empresarios para ahorrar energía y agua, el comportamiento de los usuarios ha sido contrario. El aumento en el consumo se atribuye principalmente al uso intensivo de electrodomésticos para enfriar los hogares, como ventiladores y aires acondicionados, especialmente debido al calor. En Medellín, las importaciones de ventiladores aumentaron hasta un 400%, reflejando la alta demanda de estos productos.
Amylkar Acosta, exministro de Minas y Energía, critica la gestión del Gobierno frente a la crisis, señalando que no se hizo un esfuerzo suficiente para preservar los embalses y ahorrar agua. Acosta advierte sobre la falta de preparación y la negación de la posibilidad de un apagón, lo que ha llevado al sistema eléctrico al límite.
Mientras tanto, el mercado no regulado, que incluye el gran comercio y la gran industria, ha mostrado una disminución en el consumo de energía del 1,76%, demostrando esfuerzos de ahorro efectivos.
Ante esta situación, la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) está preparando medidas para incentivar el ahorro de energía entre los usuarios. Se establecerá una meta de ahorro para cada usuario, con incentivos económicos para quienes cumplan con la meta y posibles cargos adicionales para los que excedan su consumo.
La estrategia recuerda a la campaña «Apagar Paga» implementada durante el Fenómeno del Niño de 2016, que logró un ahorro significativo de energía sin necesidad de apagones. Sin embargo, aún es incierto si estas medidas serán suficientes para evitar un apagón en el futuro cercano.
Con la esperanza puesta en las lluvias, que han comenzado a caer en algunas regiones del país, Colombia busca soluciones urgentes para enfrentar esta crisis energética y preservar sus recursos hídricos.
