El pasado mes de febrero, en una conmovedora ceremonia llevada a cabo en el Centro de Memoria Histórica, el Estado colombiano ofreció formalmente disculpas a la familia Cano por los hechos criminales protagonizados en diciembre de 1986 por cárteles de las drogas que buscaban ejercer control sobre Colombia, al asesinar al director del diario El Espectador, Guillermo Cano Isaza.
La ceremonia contó con la presencia del hijo de la víctima, Fernando Cano, quien con un discurso emotivo dio inicio al acto de reconocimiento por el gesto del Gobierno. Luego, dio paso al ministro Néstor Osuna, quien, en nombre del país, reconoció la falta de justicia al afirmar: <<Debo admitir que no hubo justicia». Igualmente, destacó la importancia de prevenir una repetición de actos semejantes y la de preservar la memoria de la nación. «Tenemos que conservar la memoria de nuestro país⟫, sostuvo. Osuna enfatizó diciendo: <<Hoy en día, Pablo Escobar es más conocido que Guillermo Cano; debemos cambiar eso».
Luego, concluyó expresando el compromiso gubernamental para reavivar las investigaciones y descubrir la verdad.
