La Directora de la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas, Luz Janeth Forero, ha presentado resultados prometedores sobre el arduo trabajo llevado a cabo durante el 2023 en Antioquia, una región afectada por décadas de conflicto armado. Con más de 23.000 personas desaparecidas en este departamento colombiano, la labor de búsqueda ha sido monumental.
Forero, en una conferencia celebrada en el Museo Casa de la Memoria en Medellín, destacó que durante el año pasado se logró la recuperación de 81 cuerpos en intervenciones realizadas en los cementerios de Cocorná y Anorí. Además, se logró el reencuentro de dos personas vivas con sus familias, ofreciendo un destello de esperanza en medio de la oscuridad que ha marcado la historia de la región.
Sin embargo, la tarea por delante sigue siendo monumental. La directora de la Unidad expresó un compromiso firme de continuar con la búsqueda incansable, anunciando la meta ambiciosa de recuperar 500 cuerpos durante el transcurso de este año en Antioquia. Aunque reconocen la magnitud del desafío, con más de 1.899 fosas identificadas en la región, la determinación de no escatimar esfuerzos en la búsqueda es evidente.
En este contexto, la intervención en el cementerio de Rionegro se ha destacado como un hito significativo. Forero señaló que esta acción es el resultado de años de investigación y búsqueda de información. Hasta el momento, se han recuperado 20 cuerpos en esta área, marcando el comienzo de una serie de intervenciones planificadas a lo largo del año.
La Unidad también ha abordado la compleja situación de La Escombrera, un lugar que ha generado esperanzas y desafíos inmensos en la búsqueda de desaparecidos. Aunque la tarea es ardua, con la necesidad de remover toneladas de escombros para acceder al suelo natural donde se cree que pueden estar enterradas personas desaparecidas, la Unidad se muestra optimista y lista para enfrentar este desafío.
El compromiso de la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas es claro: no se detendrán hasta que cada persona desaparecida encuentre justicia y sus familias reciban respuestas. Con el apoyo de las autoridades locales y la determinación de hacer frente a este legado de dolor, la esperanza de cerrar las heridas del pasado se mantiene viva en Antioquia.