Tras dos días de deliberaciones en el Cónclave, la tradicional fumata blanca se elevó sobre la Capilla Sixtina, anunciando al mundo la elección de un nuevo papa. La Plaza de San Pedro estalló en júbilo cuando se confirmó el nombre del sucesor de Pedro: el cardenal estadounidense Robert Prevost, quien decidió asumir el nombre de León XIV.
Prevost, de 69 años y nacido el 14 de septiembre de 1955, fue uno de los colaboradores más cercanos del papa emérito Francisco. Con una larga trayectoria como misionero en Perú, su labor pastoral ha estado marcada por un fuerte compromiso social y una profunda cercanía con las comunidades más necesitadas.
La elección de su nombre no es menor: es el papa número 14 en adoptar el nombre de León, evocando la figura de León XIII, recordado por sentar las bases de la doctrina social de la Iglesia y por su influencia en la reflexión sobre las relaciones laborales.
Con la mayoría de los votos de los 133 cardenales reunidos en el cónclave, León XIV asume ahora el liderazgo espiritual de más de mil millones de católicos en el mundo, en un momento clave para la Iglesia, llamada a seguir fortaleciendo el diálogo, la justicia social y la fe en medio de los desafíos contemporáneos.
