En un esfuerzo por preservar la majestuosidad de las ballenas jorobadas, la científica colombiana Andrea Bonilla ha emprendido un viaje al corazón del mar antártico, donde estas criaturas gigantes danzan en un ballet natural. Armada con su cámara fotográfica, Bonilla captura meticulosamente la «huella digital» de cada ballena, rastreando las características únicas de sus colas para comprender y proteger a esta especie.
Desde 2014, Bonilla y su equipo de investigadores de la Universidad de Cornell han estado recopilando datos sobre las colas de estos cetáceos, tanto en las heladas aguas antárticas como en las cálidas del Pacífico colombiano. Su objetivo: construir un catálogo detallado que no solo permita el seguimiento individual de cada ballena, sino que también revele patrones migratorios, tasas de reproducción, crecimiento y otros aspectos cruciales para su supervivencia.
«Lo que estamos haciendo es seguir la historia natural de cada individuo», explica Bonilla desde el buque ARC Simón Bolívar durante la X Expedición Antártica de la Armada de Colombia. Con más de 70 ballenas identificadas hasta la fecha, el equipo espera reunirse nuevamente con algunos de los animales ya registrados para estudiar su evolución y comprender mejor las amenazas que enfrentan, desde la pesca comercial hasta la contaminación y el tráfico marítimo.
Aunque las ballenas jorobadas no están actualmente en peligro de extinción, su conservación es vital. Fotografiar las colas no solo proporciona información detallada sobre cada individuo, sino que también ayuda a trazar estrategias de protección de sus áreas de reproducción y alimentación.
«Si una ballena siempre llega a la misma zona a reproducirse, es importante proteger esas zonas. Si dejan de existir o se perturban, esta ballena no va a tener a dónde llegar», advierte Bonilla, destacando la importancia de conservar los hábitats críticos de estas majestuosas criaturas marinas.
Con su dedicación y compromiso, Andrea Bonilla está escribiendo un nuevo capítulo en la historia de la conservación de las ballenas jorobadas, asegurando que estas gigantes del océano continúen nadando en libertad durante generaciones venideras.